Un beso, un buen café..

La vida se mide en pequeños momentos, como el placer de quitarte los tacones después de una larga noche de fiesta o un refresco después de una calurosa tarde de verano; sonreirle aquel desconocido que no te quita la mirada de encima o tal vez ayudar aquel anciano a cruzar el paso de cebra; no buscar sitio para resguardarte cuando empieza a llover y llegar empapada a casa o acabar dentro de la piscina con ropa incluida; atiborrarte a chocolate en invierno y a helados en verano, prometiéndote a ti misma que será la última vez que lo hagas; ver como amanece con un buen café en la mano; una manta cuando hace frío o una buena película una tarde lluviosa de domingo; un abrazo justo en el momento más oportuno; un beso inesperado que te hace cerrar los ojos para recordarlo mejor; una caricia que te ponga la piel de gallina; una buena compañía para acabar la noche o las casualidades del destino en una discoteca.. Si os fijáis, estos pequeños momentos son los que hacen que sigamos vivos, los que hacen que tengamos algo de esperanza en este mundo cada vez más pésimo, momentos que pueden pasar desapercibidos, pero son tan increíbles como un amor correspondido o como un buen abrigo en diciembre. No seamos idiotas, y aprovechemos algo bueno que la vida nos da.