Dejadme que os diga algo: Estoy harta, asqueada, decepcionada, defraudada, engañada, desilusionada... (y un millón de adjetivos más) con "nuestra" clase política. Y digo "nuestra" entre comillas porque lo que nosotros decidimos, lo que nosotros votamos no fue esto. Nosotros no queríamos cuentas en suizas, no queríamos sueldos vitalicios, no queríamos sueldos para mantener un pueblo, no queríamos jubilaciones exageradas, no queríamos gente sin educación hablando y decidiendo sobre la nuestra, gente sin idiomas, gente que mira por y para sus intereses, gente que prefiere un buen maletín cargado de dinero cuando hay niños sin un trozo de pan que llevarse a la boca, hombres decidiendo sobre nuestra vagina (suena gracioso, verdad?), sobre nuestro útero. ¿Hasta dónde vamos a llegar? ¿Hasta dónde vamos a dejar que nos lleven? ¿Cuánto tiempo vamos a dejar que se rían de nosotros? ¿Qué se aprovechen?
A llegado el momento de hacer algo. Hagámonos oír. Levantemos nuestra voz. Nadie PUEDE callarnos y nadie DEBE callarnos.
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